Alimentación complementaria o Beikost en la Medicinapedia

Alimentación complementaria – Beikost

La alimentación complementaria o beikost es algo muy importante a lo que muchas veces no se le presta la suficiente atención. De la forma de llevarla a cabo dependerá en gran medida la salud de su bebé.

Vamos a ver todos los aspectos fundamentales de esta alimentación del primer año de vida

¿Qué es la alimentación complementaria o beikost?

La alimentación complementaria es el conjunto de modificaciones que se hacen a lo que come el bebé durante el primer año de vida, complementario a la leche materna o de fórmula.

Se describe también con la palabra “beikost”, que es un término alemán que significa “alimentación adicional”.

El bebé empieza su vida alimentándose de leche materna, o en su defecto de leche de fórmula de inicio, en biberón.

Pero esta alimentación no le aporta todos los nutrientes que necesita. En algún momento de su desarrollo habrá de empezar a comer el resto de alimentos que le acompañarán durante toda su vida.

Creo que, antes de entrar concretamente en la alimentación complementaria, es importante saber qué pasa en el interior del cuerpo del bebé durante ese primer año de vida cuando ingiere leche o cualquier otro alimento. ¡Vamos a verlo!…

¿Cómo funciona el cuerpo del bebé durante su primer año de vida?

El bebé nace con un cuerpo completamente inmaduro, y depende al 100% de la leche materna (o su sustituta, la leche de fórmula de inicio en biberón) para alimentarse.

Vamos a ver qué modificaciones concretas se producen en su cuerpo en relación con la alimentación…

Los hidratos de carbono y su digestión

Para que los hidratos de carbono complejos que existen en los alimentos puedan ser absorbidos en el intestino habrá que romperlos en hidratos de carbono sencillos.

Esta digestión de los hidratos de carbono depende en el bebé de la presencia de la amilasa. Pero el bebé no produce esta enzima hasta los 4-6 meses de vida. ¿De dónde la obtiene?

Por supuesto, de su madre, de la lactancia materna (en la alimentación por biberón los hidratos de carbono ya vienen disociados en azúcares sencillos).

La leche no da problemas, pero el tema de la digestión es importante para decidir la introducción en la alimentación del bebé de los cereales. Por eso estos cereales no se introducen en la alimentación complementaria hasta el 6º mes.

Las grasas y su digestión

La digestión de las grasas de los alimentos que consume el bebé, leche en su primer semestre de vida, depende de la presencia de una enzima, la lipasa.

En los primeros seis meses de vida esta lipasa se la proporciona al bebé la leche de su madre. La leche de fórmula, la de biberón, tiene menos lipasa. Por eso los bebés alimentados con biberón tienen las heces más grasas. Absorben menos grasa por falta de lipasa.

Entre los 6-9 meses de edad el tracto digestivo del bebé se desarrolla lo suficiente como para ser capaz de absorber las grasas del mismo modo en que lo hará en su vida adulta.

Pero los cambios no terminan aquí…

Desarrollo de la inmunidad intestinal

En los 4-6 primeros meses de vida el intestino del bebé no tiene defensas. Es muy inmaduro, y por eso deja pasar muchas moléculas grandes a su sangre.

El peligro de que estas defensas no estén funcionando es la introducción demasiado pronto de alimentos con proteínas. Estas proteínas pueden desencadenar alergias alimentarias.

Y para terminar, hablemos del otro sistema de excreción del cuerpo además de las heces. Hablemos de la maduración de los riñones de bebé…

Los riñones del bebé

Al principio de su vida fuera del útero los riñones del bebé son muy poco maduros y no filtran nada bien la sangre.

Pero irán madurando paulatinamente y a los 6-7 meses de vida su funcionamiento ya es de un 60-70% de lo que llegará a ser. Cuando el bebé cumple los dos años sus riñones ya eliminan lo mismo que los riñones de un adulto.

Con estas consideraciones del funcionamiento del cuerpo del bebé en mente, estamos más preparados para entender la razón de la paulatina introducción de la alimentación complementaria.

Vamos a ver cuándo se pueden ir introduciendo los distintos alimentos: en qué orden y en qué momento del primer año de vida del bebé. ¡Empecemos!…

¿En qué secuencia hay que introducir la alimentación complementaria?

Ya sabemos que el cuerpo del bebé en su primer año no ha madurado todavía. Ni hace bien las digestiones de los nutrientes que vienen con los alimentos, ni se puede defender de ellos, ni los puede eliminar adecuadamente.

Por eso no podemos entrar como un elefante en una cacharrería y darle de comer al bebé todo a la vez. Hay que ir paso a paso.

Veamos primero en qué orden introduciremos la alimentación complementaria, es decir, qué alimentos van primero y qué alimentos van después…

Secuencia de introducción de cada grupo alimentario

Los primeros alimentos que introduciremos serán las frutas, con sus azúcares sencillos. Para ayudar a su digestibilidad empezaremos con zumos, luego pasaremos a compotas y finalmente ya le daremos frutas crudas, en trozos, sin cocinar.

Las verduras habrá que tardar un poco más, porque llevan fibra, que puede ser difícil de digerir por parte del intestino del bebé que está madurando. Una prevención: las verduras que contienen nitratos (espinacas, remolacha) han de ser las últimas en ser introducidas.

Los alimentos farináceos, las féculas, los cereales, habrá que introducirlos respetando un orden: primero los que no tienen gluten (arroz, maíz) y luego los que sí tienen esta proteína causante de la enfermedad celiaca (trigo, cebada, centeno).

Las legumbres son los primeros alimentos proteicos que entrarán en juego en la alimentación complementaria del bebé. Luego ya meteremos las carnes blancas y los pescados.

Los huevos, que son los alimentos que más alergias alimentarias producen, serán incluidos en la alimentación complementaria del bebé por partes. La yema, que tiene más grasa y menos proteína, se puede incluir primero. El huevo entero hay que tardar más en dárselo al bebé para prevenir estas alergias de las que estamos hablando.

Todos estos alimentos se los irá aconsejando su pediatra, que tendrá muy en cuenta la historia de atopias y alergias de la familia, para no apresurarse.

Porque esta secuencia de alimentos tiene sus momentos más adecuados para entrar en la alimentación complementaria. ¡Vamos a ver cuándo se introducen!…

Secuencia temporal de cambios en la alimentación

Ya sabemos que no podemos darle al bebé todos los alimentos a la vez. Y que tampoco podemos introducir la alimentación complementaria demasiado pronto.

¿En qué secuencia temporal vamos añadiendo los alimentos? Se lo cuento…

Periodo de lactancia exclusiva

En los primeros 4-6 meses de vida el bebé sólo ha de tomar leche materna. O en su defecto, leche de fórmula, biberón, en forma de inicio.

En este primer semestre no le daremos nada más de comer. La leche le alimentará de forma suficiente para que el bebé vaya creciendo y sus órganos vayan madurando. Así se preparará para la introducción de la alimentación complementaria en el siguiente periodo de su vida…

Periodo de transición

En el segundo semestre de la vida del bebé la alimentación con leche materna o con biberón ya no es suficiente para cubrir adecuadamente todas sus necesidades.

Es a partir de este sexto mes de vida cuando empieza el momento de introducir la alimentación complementaria.

Comenzaremos de forma muy gradual, en pequeñas cantidades de cada alimento, incrementando despacio esta cantidad hasta que vemos que lo tolera bien, y entonces pasamos a otro grupo.

Pero no dejamos la leche. La leche aún será el alimento principal hasta que el bebé cumpla el año de vida.

Los alimentos que iremos introduciendo serán:

  • zumos de frutas
  • compota de fruta
  • féculas sin gluten
  • puré de legumbres
  • yema de huevo
  • verduras, sobre todo zanahoria
  • carnes blancas
  • pescados
  • harinas con gluten
  • huevo entero

Su pediatra se lo irá diciendo paso a paso. Confíe en él, que es el que mejor le puede aconsejar.

Cuando termina el primer año de vida del niño, razonablemente ya habrá introducido usted toda o casi toda la alimentación complementaria.

Pero esto no ha terminado…

Periodo de adulto modificado

En el segundo y tercer años de vida del niño habrá que ir adecuando su alimentación a la de la familia. Por eso irá disminuyendo el peso que la leche tiene en su alimentación, y los alimentos que ya se han introducido pasarán a ser la parte del león de su aporte de nutrientes.

De todos modos no es imprescindible abandonar por completo la leche, ya sea materna o de fórmula. La leche de vaca es más alergénica, porque tiene más proteínas que la materna. Por eso hay muchas culturas que no dejan de dar lactancia natural hasta que el niño ya tiene varios años de edad.

Independientemente de esta paulatina pérdida de importancia de la leche en la alimentación del niño, hay que estar atentos para saber si la alimentación complementaria le está sentando bien en ese primer año de vida crítico.

¿Cómo puede saber usted si a su bebé le está sentando bien ese beikost, si usted está llevando a cabo la introducción de la alimentación complementaria de una forma adecuada?

Se lo cuento, y terminamos…

Tolerancia del bebé a la alimentación complementaria

El bebé durante el primer año de vida no nos puede decir si lo que le damos para comer le sienta mejor o peor. Necesitamos un signo externo de advertencia de que estamos haciendo las cosas bien.

El principal indicador será el ritmo de crecimiento del bebé. Si va creciendo de acuerdo a percentiles normales, quiere decir que le estamos alimentando bien.

Pero hay un signo que a usted le puede ayudar mucho a la hora de saber si su bebé está tolerando bien o no la alimentación complementaria: el cambio de color y de consistencia de sus heces.

Mirando el pañal usted puede deducir muchas cosas:

  • Si las heces son blancas y tienen un olor agrio puede estar teniendo lugar una mala tolerancia a los hidratos de carbono.
  • Si las heces son blandas, brillantes y tienen un color amarillo-dorado puede ser que su bebé no esté absorbiendo adecuadamente las grasas o que esté tolerando mal el gluten de los cereales, si los ha introducido demasiado pronto.
  • Si las heces son semilíquidas y oscuras y tienen un olor putrefacto puede ser que su bebé esté tolerando mal los alimentos proteicos que usted le está dando, sobre todo las carnes muy fibrosas.

Ya ve. La alimentación complementaria es vital para la salud y el correcto desarrollo de su bebé. Su pediatra le irá indicando cómo llevarla a cabo. Aquí tiene usted información para que esté más tranquila de que lo está haciendo bien.

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