La bronquitis crónica y el enfisema pulmonar forman la enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Veamos qué es la primera de ellas, que muchas veces está mezclada con la segunda.
Empecemos viendo un vídeo de mi intervención en un programa de televisión hablando de la bronquitis crónica:
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¿Qué es la bronquitis crónica?
La bronquitis crónica es una enfermedad inflamatoria de los bronquios de los pulmones. Forma parte, junto con el enfisema pulmonar, de una enfermedad más amplia: la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, conocida por su acrónimo de EPOC.
Algo inflama nuestros bronquios y lo hace de forma crónica, es decir, sostenida en el tiempo. ¡Veamos qué factores de riesgo pueden ocasionar la aparición de la bronquitis crónica!…
Factores de riesgo para padecer bronquitis crónica
El tabaquismo, el hábito de fumar, es la causa principal de la aparición de la bronquitis crónica. El efecto irritante y desencadenante de la inflamación del humo del cigarrillo es el actor principal en esta enfermedad.
De cara a la bronquitis crónica es peor el cigarrillo que fumar en pipa. Y otras agresiones que se añadan al tabaco también contribuyen a agravar la enfermedad: por ejemplo, el trabajo en las minas de carbón.
Ya hemos hablado de inflamación y sabemos que se produce en los bronquios, que son las vías que conducen el aire desde la tráquea hasta los alveolos pulmonares. En los alveolos pulmonares es donde se realiza la oxigenación de la sangre.
Pero vamos a introducirnos dentro del cuerpo. Así veremos de cerca qué pasa en un bronquio normal y qué acontece en uno que tenga bronquitis crónica. ¡A por ello!…
¿Qué pasa dentro del cuerpo en las personas con bronquitis crónica?
Primero vamos a ver qué pasa en el bronquio normal.
Nuestros pulmones tienen multitud de tubos que conducen el aire hasta la zona en la que se introduce el oxígeno en la sangre y se extrae de ésta el dióxido de carbono. En estos tubos el aire simplemente pasa, viaja.
En la pared del bronquio normal hay moco en escasa cantidad que recubre el tubo por dentro. Y unos pelillos, los cilios, que mueven ese moco hacia arriba, hacia las narices, para eliminar con ello las partículas que se han adherido a ese moco.
Hasta aquí no hay nada anormal. No hay inflamación de ningún tipo.
Pero tras años de agredir a nuestros pulmones con la cantidad de sustancias tóxicas y de partículas inhaladas con cada calada del cigarrillo, la pared de los bronquios se inflama.
Esta inflamación viene por la sangre, llamada por las células de las defensas que tenemos en la pared bronquial. Los vasos de esta pared aumentan de tamaño y vierten agua y múltiples células al bronquio.
Un bronquio inflamado es un bronquio engrosado. Y como consecuencia de este grosor, el aire que puede circular por dentro será menor porque hay menos luz.
Otra cosa que ocurre con la inflamación es que las glándulas productoras de moco se ponen a trabajar de forma excesiva, llenando el interior de los bronquios de moco. Moco sin bichos (a diferencia de las neumonías), pero moco que estorba al paso del aire.
Ese moco hay que sacarlo de ahí. Y para eso tiene el pulmón el remedio: la tos. La persona con bronquitis crónica se pasa el día (y muchas veces la noche) tosiendo. Y cuando tose expulsa cantidades ingentes de moco.
Pero no deja de tener moco dentro de los pulmones, porque sus glándulas siguen produciéndolo.
Con tanta tos, tanto moco, y unos conductos por los que transita el aire que son más pequeños de lo que deberían, respirar cuesta un esfuerzo enorme. Y este esfuerzo hace que estemos todo el día con la sensación de dificultad para respirar. A eso se le denomina disnea.
Recapitulemos lo que hemos visto, y veamos cuáles son los síntomas de la bronquitis crónica…
¿Qué síntomas produce la bronquitis crónica?
Los principales síntomas de la bronquitis crónica, como ya hemos visto en el apartado anterior, son la tos y la expectoración de moco con ella.
La persona con bronquitis crónica tiene una enorme cantidad de moco dentro de sus pulmones y se pasa el día expulsándola.
Pero no todo el moco sale. El que se queda dentro de los pulmones hará que la persona con bronquitis crónica respire con dificultad. Esta dificultad se traducirá en la sensación de falta de aire, que se denomina disnea.
También pueden presentar un signo no específico de esta enfermedad (también aparece en otras, como las bronquiectasias y el cáncer de pulmón): las acropaquias, que es tener engrosados los dedos de la mano en su parte final, con lo que se asemejan a palillos de tambor.
Esta clínica nos hace sospechar que padecemos una bronquitis crónica, parte de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Pero hemos de ir al médico a que nos explore…
¿Cómo se diagnostica la bronquitis crónica
Cuando vamos con nuestros síntomas al médico, éste nos explorará auscultando nuestros pulmones. En ellos se oirán sonidos graves, como de cavernas, que se llaman roncus. Estos sonidos se modifican cuando hacemos que el paciente tosa.
En la espirometría, que es la medición de los volúmenes de aire que movemos con la respiración, veremos que los valores salen alterados.
Y si nos hace una radiografía de tórax nuestros pulmones saldrán más blancos, menos radiotrasparentes porque tienen mucho más moco.
Como el médico nos preguntará por el tabaco y le diremos con toda certeza que sí fumamos, nos conminará a dejar el hábito. Y hará más cosas para tratar la bronquitis crónica. ¡Veamos cuáles!…
¿Cuál es el tratamiento de la bronquitis crónica?
El tratamiento de la bronquitis crónica conlleva cuatro partes:
- Dejar de fumar
- Medicamentos
- Fisioterapia respiratoria
- Oxigenoterapia en domicilio
Vamos a verlos, uno a uno…
Dejar de fumar
No hay nada más frustrante (y más peligroso) que ver a una persona con bronquitis crónica que tiene que llevar al lado la bombona de oxígeno para que éste llegue a sus alveolos y que está fumando a la vez. Por desgracia esto es frecuente.
El tabaco hay que desterrarlo siempre. Pero si ya se padece de bronquitis crónica es imprescindible dejar de fumar si queremos respirar. Así de claro.
Medicamentos
Para ayudarnos a respirar mejor y a toser menos el médico nos prescribirá medicamentos:
- Inhaladores de agonistas beta y de anticolinérgicos, que son el tratamiento principal.
- Corticoides inhalados (no en pastillas).
Fisioterapia respiratoria
También puede enseñarnos a hacer fisioterapia respiratoria, para movilizar mejor el moco que se acumula dentro de nuestros pulmones.
A veces necesitaremos que una persona nos ayude a ello, diciéndonos qué posturas hemos de adoptar e incluso dándonos pequeños golpes en la pared del tórax para ayudar a movilizar ese moco intrapulmonar.
Oxigenoterapia en domicilio
Y si ya nuestro oxígeno en sangre está en cifras insuficientes cuando estamos respirando aire ambiente, el médico nos prescribirá oxigenoterapia 16 o 24 horas al día. Lo de ir con la bombona de oxígeno y las gafas nasales por casa y a veces por la calle.
Como la bronquitis crónica no la podemos curar lo mejor es dejar de fumar para no padecerla.
Y si la padecemos, hemos de llevar a cabo los tratamientos que nos prescriba el médico para poder tener una vida lo más normal posible. En nuestra mano está.
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