“Tú lo que vas a tener es una endometriosis”
¿Cuántas veces, si es usted mujer y sufre unas menstruaciones muy dolorosas e irregulares, ha tenido que escuchar este diagnóstico hecho a bote pronto por una amiga?
Pues su amiga puede tener razón.
¿Cuántas veces, si es usted mujer y está intentando quedarse embarazada sin conseguirlo, ha tenido que escuchar este diagnóstico de la causa de su infertilidad en boca de una amiga con estas o parecidas palabras?
“Tú lo que vas a tener es una endometriosis, como tuvo María, y hasta que se la descubrieron no consiguió quedarse embarazada”
Pues también puede tener razón.
Igual está usted ahora mismo desasosegada pensando: “Pero ¿qué diablos es eso de la endometriosis? ¿Es grave? ¿Por qué ocurre? ¿Se contagia?…”
Muchas preguntas, lo sé.
Intentaré resolvérselas todas aquí, en la Medicinapedia®.
Vea este vídeo de una intervención mía en un programa de televisión. Le aclarará muchas preguntas que puede tener acerca de la endometriosis:
Visto el vídeo, entremos en materia tratando de dejar claro qué es la enfermedad llamada “endometriosis”, para que no tenga ni una duda más acerca de ella.
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Es importante conocerla, porque es una enfermedad relativamente frecuente, ya que UNA de cada DIEZ mujeres la padecen. Y las que la padecen son mujeres jóvenes, de entre 30 y 40 años.
¡Empezamos!…
¿Qué es la endometriosis?
La definición de “endometriosis” es la aparición de endometrio fuera de la cavidad uterina.
Dicho así no nos aclara mucho. Vamos a trocear la afirmación hasta entenderla bien.
El endometrio es la “piel” que recubre el útero de la mujer por dentro. Esa “piel” crece durante el ciclo menstrual y se desprende (parte de ella) en la menstruación. Porque la menstruación no es ni más ni menos que la pérdida periódica de la capa interior del útero en la mujer en edad fértil.
No se preocupen. El endometrio se vuelve a regenerar en el siguiente ciclo, para volver a desprenderse en la siguiente menstruación.
Normalmente este endometrio, esta “piel” interna del útero sólo se encuentra en el útero. Única y exclusivamente en su interior.
Eso es lo normal.
La enfermedad de la endometriosis aparece cuando ese endometrio, esa “piel” interna del útero femenino, además de dentro de éste está en otros sitios del cuerpo. Sitios en los que no debería de estar, y en los que al estar implantado va a producir síntomas.
Y todos estos trozos de útero que están fuera del útero ¿por qué son importantes? ¿Qué les hace convertirse en una enfermedad?
Algo tienen que ver las hormonas femeninas. Veamos cuál es el papel de estas hormonas…
La endometriosis y las hormonas femeninas
La relación entre la endometriosis y las hormonas que producen los ovarios de la mujer es una relación de afinidad.
El endometrio -ya sabe, la “piel” de dentro del útero- es muy sensible a las hormonas femeninas:
- los estrógenos
- y la progesterona.
Los estrógenos le inducen a crecer; la progesterona le hace madurar.
Dadas estas dos acciones, en el ciclo de la mujer el tejido endometrial va creciendo, engordando sus glándulas y con ello su espesor, llenándose de vasos sanguíneos cada vez más gordos, hasta que cesa la producción hormonal por parte del ovario y al perder su estímulo para seguir creciendo y al hacerse ya demasiado grande –tan grande que ya le llega la sangre con dificultad para mantenerlo “vivo”-, el endometrio se despega del resto del útero y se desprende por la vagina.
Ese desprendimiento endometrial es la menstruación, como ya hemos comentado.
Las hormonas femeninas producen exactamente el mismo efecto en el tejido endometrial (esa “piel” de dentro del útero, como ya le he dicho unas cuantas veces) que NO está dentro del útero: el tejido de la endometriosis.
Por eso este tejido, esté donde esté, se hinchará, crecerá y se dotará de vasos sanguíneos cada vez más grandes hasta que la caída de niveles hormonales en la sangre le hará desprenderse de donde esté viviendo.
Ese es el problema.
Porque el endometrio normal (ya no le digo más lo de la “piel” de dentro del útero, asumo que se ha enterado bien) al desprenderse en la menstruación tiene su salida natural por la vagina (en ausencia de tampón que lo retenga).
Pero el tejido endometriósico, ¿por dónde sale, si no está en el útero y no puede escaparse por la vagina? Lo veremos un poco más adelante.
Ahora quedémonos con que la endometriosis puede provocar la aparición de:
- implantes de tejido endometrial, que son placas de pequeño tamaño
- nódulos de tejido endometrial, que son placas grandes
- o de endometriomas que son quistes de tejido endometrial localizado en los ovarios.
Ahora que menciono la localización del tejido endometrial viajero en los ovarios, ¿hay algún otro sitio del cuerpo en donde pueda aparecer este endometrio?
¡Vamos a descubrirlo!…
¿Dónde puede localizarse este tejido endometrial que está fuera de su sitio?
Les comenté antes que el tejido endometrial normal cuando se desprende sale por la vagina, sin ningún problema. Pero se han preguntado:
¿Y por dónde sale el tejido endometriósico?
Antes de preocuparnos por dónde sale ese tejido endometriósico desprendido deberíamos saber dónde puede estar localizado.
Las localizaciones más frecuentes del tejido endometrial que no está dentro del útero son:
- Al principio de la enfermedad, en regiones cercanas al útero: la pared de la vejiga, las trompas de Falopio, la superficie de los ovarios, la pared externa del útero, las paredes de las zonas vecinas del intestino grueso, el recto, los uréteres…
- Cuando la enfermedad avanza se puede extender a vísceras abdominales como el intestino grueso, el intestino delgado y el hígado, e incluso irse a los pulmones. ¡Sí! Podemos tener tejido endometriósico en los pulmones.
¿Ve como era importante saber dónde podía estar este tejido endometrial fuera de su sitio natural? Porque en la cavidad abdominal o en los pulmones, ¿por dónde sale la sangre cuando se desprende?
Ese es el problema y lo que nos producirá los síntomas de la endometriosis. Tendremos zonas sangrando y descamándose en sitios cerrados, con lo que producirán la inflamación y la hinchazón de esas zonas, con el dolor correspondiente.
No nos adelantemos. Llegaremos a los síntomas de la endometriosis en breve. Pero antes, ¿no le apetece saber cuáles son las causas de esta enfermedad?
Sus deseos son órdenes. ¡Vamos a descubrir estas causas!…
¿Cuáles son las causas de la endometriosis?
Esta usted esperando con avidez saber cuáles son las causas de la endometriosis, ¡a que sí!
Pues siento decirle que… ¡no las sabemos! Son desconocidas.
Pensará usted: “Tanta expectación para nada. Nadar y nadar para morir en la orilla”. Pues algo parecido.
¿Qué puede motivar que las células endometriales, en vez de estar cómodamente dentro del útero, acaben por toda la cavidad abdominal, sembrándola de zonas de endometrio sangrante en las menstruaciones?
Podría deberse a que la menstruación, en vez de ir hacia abajo por el cuello uterino y la vagina, tome un trayecto ascendente por las trompas de Falopio.
Algún defecto de inmunidad abdominal puede tener alguna responsabilidad en que el tejido endometrial se implante en la cavidad abdominal, no reaccionando las células de las defensas como deberían (destruyéndolas) ante la presencia de las células endometriales en el abdomen.
E incluso puede existir un componente hereditario para la aparición de la endometriosis, ya que en esta enfermedad existe una fuerte asociación familiar: abuelas, madres e hijas con endometriosis.
El hecho es que no sabemos la causa concreta de la endometriosis. Lo que sí conocemos bien son sus síntomas. ¡Veámoslos!…
¿Cuáles son los síntomas de la endometriosis?
El síntoma principal de la endometriosis es la dismenorrea o dolor menstrual. Las menstruaciones son muy dolorosas, y cada vez lo son más.
Pero permítame hacer un par de precisiones:
- Precisión 1: No todas las mujeres con endometriosis presentan síntomas. De hecho, entre la cuarta parte y la mitad de las mujeres con esta enfermedad no tienen síntoma alguno.
- Precisión 2: No todo dolor menstrual es debido a la endometriosis. La menstruación dolorosa puede tener otros múltiples componentes, desde físico hasta psicológico que no tienen nada que ver con una enfermedad.
Otro síntoma muy típico de la endometriosis es lo que se conoce como “dispareunia”, que es la manera científica de denominar al dolor en las relaciones sexuales.
Éstas duelen por el traumatismo del movimiento de los órganos pélvicos motivado por las sacudidas del pene, traumatismo que afecta a las zonas endometriósicas que son muy sensibles al estar fuera de su sitio natural.
Además, estas zonas suelen estar inflamadas de forma crónica y acaban desarrollando adherencias: sitios en donde unas vísceras se pegan literalmente a otras. A estas adherencias no les entusiasma que las agiten, así que no llevan demasiado bien el “mambo-yambo” que les da el pene del varón durante las relaciones sexuales.
El tercer síntoma más característico de la endometriosis, que casi nunca hace pensar en esta enfermedad a la mujer que la padece, es la disquecia. ¡Nombre raro, lo sé! Le cuento lo que es…
La disquecia es la dificultad para defecar al ser molesto el paso de las heces por el tramo final del intestino grueso.
¿Y qué puede causar estas molestias? ¡Lo acertó! Los implantes de tejido endometrial viajero en la pared del recto.
Esos implantes inflamados son muy sensibles a la presión y a la distensión que ocurre cuando la avalancha de heces que van por dentro del intestino grueso se disponen a ser evacuadas. Por eso duelen, y hacen la defecación difícil.
Estos tres síntomas que he comentado son la triada característica de la enfermedad.
Pero no son los únicos. Hay más síntomas…
También las mujeres con endometriosis suelen tener sangrados uterinos anormales: sus ciclos menstruales suelen ser cortos, con sangrado abundante y a veces padecen hemorragias intermenstruales (la mujer sangra cuando todavía le faltaban muchos días para su próxima menstruación).
Uno de los síntomas o consecuencias más graves de la endometriosis son los problemas de la mujer que padece esta enfermedad para quedarse embarazada. Un dato: el 25-50% de mujeres infértiles padecen endometriosis.
Hay varios mecanismos que explican la mayor dificultad de la mujer con endometriosis para conseguir un embarazo:
- Si la endometriosis se sitúa en los ovarios puede impedir que éstos liberen los óvulos que deberían salir al encuentro de los espermatozoides.
- Si la endometriosis está colocada en el interior de las trompas de Falopio, estos implantes pueden obstruirlas, impidiendo el paso del óvulo hacia el espermatozoide y de éste hacia el óvulo.
- La inflamación crónica que produce la endometriosis libera sustancias químicas que pueden afectar tanto al óvulo como a los espermatozoides, haciendo que triunfen menos en su labor.
- E incluso habiéndose producido la fecundación del óvulo por parte del espermatozoide, puede tener dificultades para implantarse en el útero, produciéndose un aborto natural.
El tema de la endometriosis es serio en lo que se refiere a la fecundidad de la mujer. Hasta 4 de cada 10 mujeres con endometriosis pueden tener, debido a esta enfermedad, dificultad para conseguir quedarse embarazadas.
Los síntomas de la endometriosis están bastante claros.
Pero ¿es suficiente con que una mujer presente dichos síntomas para diagnosticarla de endometriosis? ¿Es necesario hacerle alguna prueba adicional?
¡Buena pregunta! ¡Vamos a darle cumplida respuesta ya mismo!…
¿Cómo se hace el diagnóstico de la endometriosis?
Sospechamos que una mujer está padeciendo endometriosis por sus alteraciones menstruales, por el patrón de su dolor y por sus dificultades para quedarse embarazada.
Si nos dice que su madre y su abuela también la padecieron, casi nos da hecho el diagnóstico. Un dato importante que ya le he dicho antes: Si su madre ha padecido endometriosis usted tiene SIETE veces más riesgo de lo normal de padecerla también.
Pero no nos debemos quedar ahí.
Hay que hacerle una buena exploración ginecológica buscando los implantes, los nódulos o los endometriomas. No vale con sospechar su existencia. Tenemos que verlos.
A veces los vemos en la ecografía. Otras veces tendremos que hacer una tomografía axial computadorizada o una resonancia magnética nuclear.
E incluso podemos tener que entrar en la cavidad abdominal de la mujer para ver el tejido endometriósico directamente y salir de dudas. Esto se suele hacer con técnica laparoscópica (haciendo unos pequeños agujeros en la pared de la barriga y metiendo unos palos con un a luz y un visor para mirar dentro del abdomen).
¿Cómo se ven los implantes de tejido endometrial? Pues a los que se sitúan en los ovarios se les da el nombre de “quistes de chocolate”, así que se lo puede imaginar usted. Son zonas que retienen sangre “vieja”, oscura, que se envuelve en una cápsula inflamatoria. Cuando esta cápsula se rompe sale un líquido babeante marrón oscuro, como chocolate. De ahí su nombre.
Se estará preguntando usted: “¿No hay alguna prueba más sencilla, por ejemplo, un análisis de sangre, que evite que me hagan todas esas pruebas de imagen o me agujereen la barriga?” Pues por ahora no.
Se ha usado el marcador tumoral CA-125 (el mismo que se usa para ver la evolución del cáncer de ovario) pero, al no ser específico de la endometriosis, el hallazgo de unas cifras elevadas en sangre no nos aclara nada.
Así que ya sabe: lo sospecharemos por lo que usted nos diga, pero nadie la salvará de que nos pongamos como locos a hacerle pruebas hasta que veamos este tejido endometrial que ha decidido salir de su lugar habitual de residencia.
Vale. Lo buscaremos y eventualmente lo veremos.
¿Y ahora qué? ¿Qué podemos hacer para tratar la enfermedad y quitarnos esos síntomas tan molestos?
Se lo cuento ipso facto…
¿Cómo se trata la endometriosis?
Antes de decírselo permítame que destierre un mito. Ese mito de que hay que embarazarse para acabar con la endometriosis.
Tiene su parte de verdad (como todos los mitos). El embarazo hace que la endometriosis mejore. Pero no es el tratamiento de la endometriosis. En absoluto. De hecho ya hemos visto que la endometriosis puede ser causa de abortos naturales, así que ni se le ocurra embarazarse para desembarazarse de la endometriosis. No funciona así.
Para tratar la endometriosis lo primero que tenemos que saber es cuánto se ha extendido. Y para eso es valiosísima la visualización directa de la cavidad abdominal por medio de la laparoscopia.
Es muy valiosa porque nos permite ir “contando” el número de implantes de tejido endometrial que se encuentran dentro del abdomen y darles una puntuación. Con esa puntuación –como en un concurso de la tele- descubriremos si la endometriosis está en sus etapas iniciales ola mujer ya la padece en intensidad moderada o grave.
Esto es importante, porque este nivel de afectación determinará el tratamiento.
Si la afectación es tan leve que no produce síntomas (lo que quiere decir que el ginecólogo ha descubierto la enfermedad por casualidad, en una revisión periódica o en un examen ginecológico motivado por otra causa distinta), podemos no hacer nada.
Adoptamos una actitud de espera vigilante para ver si sigue tranquila la enfermedad, o si progresa. Porque si progresa ya tendremos que actuar.
Y cuando nos decidimos a actuar podemos hacerlo de dos formas distintas (que pueden hacerse de forma simultánea):
- las pastillas
- o la operación quirúrgica.
Las pastillas que nos ayudan a tratar la endometriosis son de dos tipos.
Decíamos más arriba que los estrógenos fomentan el crecimiento del endometrio y la progesterona lo hacía madurar. Pues se trata con las pastillas de que no crezca (damos antiestrógenos) y de que madure (damos progestágenos).
Incluso podemos dar “la píldora” anticonceptiva para que los ovarios reposen y, gracias a esta menor actividad ovárica, la endometriosis pierda actividad.
Si no es suficiente, cosa que ocurre en UNA de cada DIEZ mujeres con endometriosis, habrá que meter el cuchillo. Bueno, antes del cuchillo podemos usar el láser para “quemar” las zonas de tejido endometrial fuera de lugar que veamos, o una especie de “lazo” para coger en él los trozos de endometrio que encontremos en el abdomen y tirarlos al caldero de la basura.
Si no es suficiente con quitar por laparoscopia los implantes que vemos, o el útero ya está muy dañado, podemos tener que ser más radicales y extirpar el útero completamente: la histerectomía.
Dependiendo de la edad de la mujer, con el útero se irán también los ovarios, provocando una menopausia quirúrgica.
Tres últimos datos interesantes:
- Dato 1: La endometriosis es una enfermedad benigna, pero ¿podría tener alguna relación con el cáncer de ovario?. Ahí le dejo la pregunta.
- Dato 2: La endometriosis es una enfermedad peleona. Entre el 20% y el 30% de las mujeres que padecen una endometriosis y a las que se les ha erradicado con el tratamiento la vuelven a padecer.
- Dato 3: Las mujeres fumadoras tienen menores niveles de estrógenos, y por lo tanto aunque tengan endometriosis las isletas de tejido viajero crecerán menos, produciendo menos síntomas. Lo cual no quiere decir, ni mucho menos, que haya que empezar a fumar para minimizar los síntomas de la endometriosis.
Resumiendo:
- La endometriosis es una de las causas más frecuentes de dolor menstrual y de dificultades de la mujer para tener un embarazo.
- No conocemos cuál es su causa. Parece tener agregación familiar.
- Puede no producir síntomas o causar molestias enormes a la mujer.
- En base a su grado de desarrollo podemos no hacer nada o tendremos que tratarla. Para el tratamiento contamos con fármacos y con cirugía.
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