Contexto
Todos hemos tenido fiebre alguna vez. Es un síntoma que se produce en multitud de enfermedades. Pero muchas veces decimos que tenemos fiebre cuando no la tenemos.
Tenemos que tener claro qué es la fiebre, y para ello necesitaremos saber cuál es la temperatura corporal normal.
¡Vamos a ello!
La temperatura corporal
El cuerpo humano funciona con un rango de temperaturas determinado. Por debajo estaremos en hipotermia y por encima pasaremos a tener fiebre.
¿Cuál es la temperatura normal del cuerpo? La respuesta no es una cifra concreta. Porque nuestra temperatura varía según el momento del día en el que estemos:
- El momento en que nuestra temperatura corporal es mínima es a las 6 de la mañana.
- El momento en que nuestra temperatura corporal es máxima es entre las 4 y las 5 de la tarde.
También tiene variaciones normales en algunas situaciones, como por ejemplo la ovulación de la mujer hacia la mitad de su ciclo menstrual, donde asciende entre 0,3 y 0,5 grados y se mantiene con esta elevación hasta el momento de la menstruación.
Sin que se modifique la temperatura corporal, podemos medirla de distintas maneras, con lo que no conseguiremos el mismo dato en todas ellas. La cifra que midamos dependerá mucho de la zona del cuerpo que elijamos para tomar la medida con el termómetro:
- La medida más precisa está en el recto, puesto que metemos el sensor térmico dentro del cuerpo. Salvo en niños, no se usa mucho.
- También podemos medir la temperatura en la boca, pero como pasa cerca el aire de la respiración medirá 0,5 grados más bajo que el recto.
- Y otro sitio de medición es la axila. Por supuesto, sin ropa de por medio. Aunque no haya ropa, la piel hace de ligero aislante térmico, con lo que la medición suele ser 1 grado menor que en el recto y medio grado menor que en la boca.
Como lo más frecuente es la medición en la axila, la temperatura normal en esta zona está entre 36 y 37 grados. Será mayor en la boca y en el recto.
Ahora que ya sabemos que nuestra temperatura corporal varía mucho y que nuestra medida de la misma también introduce más variación en su conocimiento, vamos a ver quién controla esta temperatura para que se mantenga más o menos constante…
Cómo controla el cuerpo su temperatura
El control de la temperatura corporal está en una zona del cerebro que se llama hipotálamo. Allí se localizan un conjunto de neuronas que están especializadas en recibir información de la temperatura de nuestro cuerpo, haciendo que suba o que baje para mantenerla relativamente constante. Es el Centro Termorregulador.
Este centro termorregulador tiene dos sistemas a su disposición para controlar la temperatura corporal. Uno que sirve para generar calor y otro que se encarga de perderlo, disipándolo al ambiente que nos rodea.
El sistema de perder calor para bajar la temperatura tiene dos componentes:
- la vasodilatación de los vasos de la piel, que se hacen más grandes y por tanto pasa más sangre por ellos, con lo que el calor de esta sangre pasa a la piel y de ésta al exterior, perdiéndose.
- el sudor, que está mediado por la actividad de las glándulas sudoríparas que se ponen a trabajar como locas cuando tenemos mucho calor, perdiendo agua caliente que se evapora en la piel.
El sistema de generación de calor es uno, los músculos, que se ponen a contraerse cuando necesitamos que generen calor para hacer subir la temperatura.
Sabiendo esto podemos entrar en materia y definir qué es la fiebre. ¡Hagámoslo!…
Qué es la fiebre
La fiebre es el aumento de nuestra temperatura corporal por encima de 38 grados centígrados, asociado a un cambio en el centro termorregulador que fija la temperatura corporal por encima de sus valores normales.
La temperatura corporal es normal hasta 37 grados centígrados (medida en la axila, recordemos que en otros sitios la temperatura normal es mayor). Por lo tanto, el aumento entre los 37 grados, límite de la normalidad, y los 38 grados, inicio de la fiebre, es la febrícula.
A veces puede detectarse una fiebre en personas que por características concretas (por ejemplo, personas con poco riego en la superficie de la piel o que tengan la tensión muy baja) tienen su temperatura corporal normal más baja de los 36,5-37 grados. En una persona cuya temperatura normal es de 35,5 grados una temperatura de 37 grados ya puede ser fiebre.
Una diferencia importante: la fiebre y la hipertermia son elevaciones de la temperatura del cuerpo, pero difieren en que la fiebre se produce porque se eleva la temperatura de trabajo del centro termorregulador, mientras que en la hipertermia el centro termorregulador está normal, pero la temperatura corporal asciende sin control.
Todo este baile de temperaturas, subiendo para que aparezca la fiebre, ¿qué funciones tiene? ¿Vale para algo la fiebre? Se lo cuento…
Funciones de la fiebre
¿Para qué produce la fiebre nuestro cuerpo? ¿Tiene alguna utilidad?
Pues sí. Tiene dos muy importantes:
- Una de las funciones de la temperatura corporal caliente es defensiva directa, ya que el calor ayuda a matar algunos bichos, que crecen mejor en ambientes fríos. El cuerpo sube su propia temperatura para intentar matar esos bichos a los que el calor no les sienta bien.
- Otra función, esta indirecta, es ayudar a las células de las defensas a funcionar. Como a muchas máquinas, a nuestras defensas les gusta más trabajar con calor, y la fiebre les ayuda a dar el do de pecho en su trabajo.
Ambas funciones parecen defensivas. ¿Tendrá algo que ver con las causas que pueden desencadenar la fiebre? ¡Vamos a descubrirlo!…
Causas de fiebre
Pueden producir fiebre:
- las infecciones (virales, que suelen ser autolimitadas, y bacterianas, que pueden ser potencialmente graves si no las tratamos),
- las inflamaciones,
- ciertos tipos de cáncer, como los de hígado o los del sistema linfático,
- algunas enfermedades del cerebro,
- la muerte de células por infartos,
- y algunos trastornos hormonales, como el hipotiroidismo.
Estas causas hacen que la fiebre dure más o menos, pero siempre suele seguir un patrón similar en cuanto a sus etapas. ¡Vamos a descubrir cuáles son las etapas de un episodio febril!
Etapas de la fiebre
El desarrollo de un episodio de fiebre tiene tres etapas:
- El comienzo, el de la subida de la temperatura corporal. En él la génesis de calor aumenta y disminuyen las pérdidas. Notaremos nuestra piel fría, pálida y seca porque sus vasos sanguíneos se han cerrado y las glándulas sudoríparas han dejado de trabajar, y tendremos escalofríos o incluso temblores musculares, porque estaremos generando el calor contrayendo nuestros músculos.
- La fase de estado, que es donde se llega a la máxima temperatura y se mantiene establemente elevada unas horas o unos días porque hay equilibrio entre los mecanismos de pérdida de calor y de generación del mismo.
- La resolución del episodio febril, en la que los mecanismos de pérdida de calor, la sudoración (nos ponemos a sudar copiosamente) y la vasodilatación de las arterias de la piel (nos ponemos rojos), priman sobre los que generan calor.
La longitud de estas etapas dependerá mucho de la causa que haya desencadenado el episodio febril.
- Por ejemplo, si el motivo de la fiebre es una infección, como los responsables directos de que nos suba la temperatura son los trozos de bacterias y de células de las defensas que nadan por la sangre y llegan al centro termorregulador del hipotálamo, volviéndole loco, la fiebre durará lo que tardemos en vencer a la infección.
- De forma distinta, la fiebre tumoral no dependerá de la pelea con los bichos, sino de la liberación de sustancias químicas por parte del tumor y de nuestras células del sistema inmune, las citokinas, que le darán al centro termorregulador la falsa orden de que ha de subir la temperatura. Lo hace un par de horas, por la tarde, pero rápidamente se da cuenta del error y hace volver la temperatura corporal a la normalidad.
¿Cómo podemos acortar un episodio febril? O, mejor, ¿cómo podemos hacer bajar la fiebre? ¡Vamos a verlo!…
Tratamiento sintomático de la fiebre
Ya hemos visto las causas que pueden producir fiebre. Algunas son tratables, con lo que curadas estas causas la fiebre desaparecerá. Pero otras no se pueden tratar, con lo que tendremos que atacar la fiebre desde un enfoque puramente sintomático: limitarnos a bajar la temperatura.
¿Cómo lo hacemos?
Cuando tenemos fiebre hemos de beber mucha agua. Porque estamos perdiendo agua cuando sudamos, y cuando orinamos para eliminar los elementos procedentes de la lucha de las defensas (y los antibióticos) contra las bacterias.
Para ayudar a bajarla, sobre todo en niños, está la bañera, con agua tibia. No llenen la bañera con hielo, porque podrán tener una hidrocución o terminar con una neumonía. Con que esté más fría que la temperatura corporal ya “roba” calor al cuerpo, ayudando a bajar esa fiebre.
Los antitérmicos funcionan. Son los medicamentos analgésicos no esteroideos como la aspirina, el paracetamol, en algunos casos el ibuprofeno y la dipirona magnésica. A algunas personas les va mejor un medicamento que otro, así que hay que probar hasta que encontremos el más eficaz en nuestro caso.
Una prevención: en caso de fiebre alta, sobre todo en niños, se puede desencadenar una crisis convulsiva. Es más aparatosa que grave, así que no se asuste. Eso sí, consulte con su médico para bajar la temperatura y que la crisis convulsiva no se repita.
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