La frecuencia cardiaca, como su nombre indica, es la frecuencia a la que nos late el corazón. Es el número de veces que el corazón late en un minuto.
¿Sabe usted qué estructuras son responsables de que el corazón se contraiga con una frecuencia determinada? ¿Sabe entre qué cifras de latidos por minuto es normal que lata el corazón? ¿Sabe cuáles son las alteraciones más frecuentes de la frecuencia cardiaca? Lea, lea…
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El sistema eléctrico del corazón
El sistema eléctrico del corazón es un conjunto de cables que se divide en dos tipos de estructuras:
- Las que actúan como un metrónomo, generando rítmicamente chispazos eléctricos a una frecuencia determinada,
- Las que simplemente llevan esos chispazos a todos los rincones del corazón.
Porque no se confunda: para que un músculo se contraiga (y el corazón no deja de ser un músculo) hace falta que le estimule a hacerlo un chispazo eléctrico.
En el corazón tenemos un primer metrónomo, el nódulo sinoauricular o nódulo sinusal, situado en la pared de la aurícula derecha. En circunstancias normales está disparando chispazos a una frecuencia de entre 60 y 100 por minuto.
Un poco más abajo, entre las aurículas y los ventrículos, está el nódulo auriculoventricular, que ya dispara chispazos eléctricos a una frecuencia menor: entre 40 y 60 por minuto.
Y entre las paredes de ambos ventrículos corre el sistema principal de conducción del impulso nervioso, el haz de His, que también puede hacer la función de marcapasos en circunstancias excepcionales. Pero, como no está acostumbrado a esa responsabilidad, lo hace a una frecuencia muy reducida: dispara entre 15 y 40 chispazos eléctricos por minuto.
La prioridad en la batuta del ritmo del corazón la tiene el nódulo sinusal. Si falla éste, recoge el testigo el nódulo auriculoventricular. Y si ambos están fuera de servicio, ha de coger las riendas el haz de His.
Con esos tres marcapasos internos conseguimos que el corazón lata de forma regular y dentro de un rango de normalidad. ¿Cuál es este rango? Se lo cuento…
La frecuencia cardiaca y su rango de normalidad
La frecuencia cardiaca normal en reposo, es decir, el número de latidos que el corazón da en un minuto en situación normal, está entre 60 y 100. ¿Le suena la cifra? Por supuesto, es la frecuencia de disparo del nódulo sinusal.
Seguro que está pensando ahora: “¿Cómo sé yo que mi frecuencia cardiaca es normal? Es más, ¿cómo puedo averiguar qué frecuencia cardiaca tengo ahora mismo?”.
Pues es muy sencillo. Tómese el pulso. Tiene dos opciones:
- Tomarse el pulso central, en la arteria carótida que está en el cuello por delante del músculo esternocleidomastoideo, palpándola con los dedos índice y corazón.
- Tomarse el pulso periférico, en la arteria radial que está en ambos brazos y que usted puede palpar con sus dedos índice y corazón un par de dedos más abajo de donde nace el dedo pulgar.
Así, encontrando su latido cardiaco y contando el número de veces que lo detecta en el plazo de un minuto, puede saber la cifra de su frecuencia cardiaca y compararla con este rango de normalidad de 60 a 100 latidos por minuto.
Pero no siempre esa cifra estará dentro del rango descrito. Lo normal y sano es que cuando usted hace ejercicio la cifra de su frecuencia cardiaca suba por encima de 100. No se preocupe, que en cuanto repose sus latidos cardiacos bajarán.
Si en un momento determinado usted se pone nervioso y se acelera, obviamente su frecuencia cardiaca va a subir. Es completamente normal. Cuando se calme su frecuencia bajará.
Si en reposo su cifra es menor de 60 o mayor de 100 puede usted tener un problema con esa frecuencia cardiaca. ¡Vamos a ver a qué responden estas cifras de frecuencia cardiaca que se sitúan fuera del rango de normalidad!…
Cifras anormales de la frecuencia cardiaca
Podemos tener el corazón latiendo a frecuencias inferiores a 60 latidos por minuto. En deportistas de resistencia bien entrenados es completamente normal. Suelen estar entre 40 y 55 latidos por minuto.
Pero en una persona no entrenada bajar de 60 latidos por minuto no es bueno. Ha de verlo un médico. Porque si se queda en 55 latidos por minuto, no hay problema.
Pero puede que siga descendiendo, y llegará a un momento en que el número de latidos cardiacos por minuto es tan bajo que no asegura que llegue suficiente riego al cerebro y se puede usted desmayar, e incluso hacer una parada cardiaca.
Así que la frecuencia baja hay que mirarla.
Lo mismo pasa con una frecuencia en reposo superior a 100 latidos por minuto. Puede que no esté condicionada por una alteración del corazón, sino que tenga que ver con la tensión arterial baja. O con una anemia ferropénica, que obliga al corazón a mover más rápido la sangre.
Pero frecuencias que pueden llegar a 300 latidos por minuto pueden poner en peligro su vida, porque a esa velocidad el corazón no es capaz de bombear sangre (no da tiempo a que sus cavidades se llenen de sangre que bombear) y podemos tener insuficiente riego a la cabeza y perder la consciencia.
Tanto las alteraciones del ritmo por defecto como por exceso son arritmias. Veremos cada una de las principales arritmias en la Medicinapedia, pero aquí me interesa que le quede claro el concepto de frecuencia cardiaca, basado en el funcionamiento del sistema eléctrico del corazón.
Interesante, doctorin, estas cosas nadie nos mas dice y creo que todo el mundo debiera saber . Gracias
Gracias a usted por sus amables palabras, Paulina.
Me alegro de que le haya gustado la información. Para eso he creado la Medicinapedia.
Un cordial saludo.
Doctor Daniel, hace días no disfrutaba sus publicaciones. Muy clara su explicación y podría contarnos cómo varían estas frecuencias con la edad avanzada? Gracias.
Me alegro de que le haya gustado el contenido de la página, Mariela.
Próximamente hablaré de los cambios de todos los órganos del cuerpo con la edad avanzada. ¡No se lo pierda!
Un cordial saludo.
Mil gracias doctor: una enseñanza veras, precisa, clara y amena. En hora buena 👌👍
Gracias, María Martha.
Me alegro de que el contenido de la página se entienda. Esa es la finalidad de la Medicinapedia: ser la enciclopedia de salud en Internet clara y comprensible.
Un cordial saludo.