Hernia inguinal - Todo lo que necesita saber

Hernia inguinal

La hernia inguinal es algo que normalmente asociamos a los bebés, pero también puede aparecer en adultos. Es una molestia que puede incluso poner en peligro su vida. Por eso compensa conocerla bien. ¡Vamos a ello!…

¿Qué es una hernia inguinal?

La hernia inguinal es la salida de vísceras abdominales por el orificio inguinal. Este orificio está en la parte central inferior de la pared del abdomen, y por él descienden los testículos en el bebé varón y sale el ligamento redondo de la mujer.

Normalmente estos orificios (son dos, derecho e izquierdo) no tienen por qué albergar ninguna víscera abdominal, preferentemente asas intestinales, porque hay capas de tejido que evitan su salida.

Pero si la presión en la barriga aumenta mucho, asas intestinales pueden encontrar este punto débil en la pared abdominal y salir por allí, con las consecuencias que veremos un poco más adelante.

Porque por ahora vamos a descubrir en qué personas es más probable la aparición de una hernia inguinal…

¿En qué personas es más frecuente la hernia inguinal?

La primera distinción a la hora de la frecuencia de aparición de la hernia inguinal es el sexo: es mucho más frecuente en los varones que en las mujeres, debido a cuestiones anatómicas. En la mujer es más frecuente la hernia crural o femoral.

El segundo aspecto que hemos de tener en cuenta es su elevada frecuencia en niños cuyos padres han padecido también de hernia inguinal, lo que orienta hacia algún componente hereditario.

No todas las hernias inguinales son iguales. Vamos a ver sus dos tipos principales…

¿Qué tipos de hernia inguinal existen?

Los dos tipos principales de hernia inguinal son

  1. La hernia inguinal indirecta.
  2. La hernia inguinal directa.

Vamos a verlas con más detalle…

Hernia inguinal indirecta

La hernia inguinal indirecta se produce sobre todo en bebés, debido a que su orificio inguinal es demasiado grande.

Es típico que aparezca tras esfuerzos abdominales como el de la defecación o el del llanto sostenido.

Hernia inguinal directa

La hernia inguinal directa aparece en un orificio inguinal que estaba ya cerrado y que se abre al paso de asas intestinales debido a grandes esfuerzos que empujan estas vísceras abdominales a salir por el punto débil de la pared.

En este segundo tipo de hernia inguinal es muy importante el papel de los factores de riesgo. Le cuento cuáles son…

¿Cuáles son los factores de riesgo para padecer una hernia inguinal?

Los factores de riesgo para padecer o agravar una hernia inguinal son:

  • El sobrepeso y la obesidad, debido a la presión que la grasa abdominal y las vísceras hacen sobre la pared abdominal que suele estar vencida.
  • Llevar cargas pesadas o levantar pesos, ya que en esos momentos el esfuerzo se suele hacer sin respirar, aplicándose toda la presión del esfuerzo en la pared de la barriga, que sufre en sus orificios más débiles.
  • El estreñimiento pertinaz, que obliga a la persona que lo padece a empujar mucho para «parir» las heces que están atascadas en el tramo final del intestino grueso y que normalmente al ser muy duras son dolorosas a la expulsión.
  • Tener una pared abdominal débil debido al sedentarismo y a la falta de ejercicio, que atrofia y debilita los músculos de la zona.
  • Personas tosedores crónicos, por ejemplo los que padecen bronquitis crónica, que tienen accesos repetidos y frecuentes de tos, con el aumento de presión en el abdomen de cada una de las toses.

Estos factores de riesgo harán que aparezca una hernia inguinal donde no la había. ¡Vamos a ver el proceso de formación de estas hernias inguinales!…

¿Cómo se desarrolla una hernia inguinal?

El orificio inguinal aloja más elementos en el varón que en la mujer. En el varón transitan por él, hacia afuera el cordón espermático (resto del descenso del testículo) y las arterias testiculares, y hacia adentro las venas testiculares y los conductos deferentes. En la mujer sólo pasa por el orificio inguinal el ligamento redondo, que llega hasta los labios mayores.

En situación normal nada más transita por estos orificios.

Pero cuando aparece algún factor desencadenante, o en el bebé estos orificios son demasiado grandes, algún asa intestinal, algún trozo de intestino delgado (o, con menor frecuencia, de intestino grueso) puede salir del abdomen y aparecer en la pared de la barriga.

Lo normal es que aparezca y desaparezca. Y también es frecuente que no se resuelva, sino que se vaya agrandando y haciendo más frecuente su aparición.

El problema viene cuando sale y no puede volver a entrar. Estas vísceras abdominales que salen necesitan seguir recibiendo el aporte de los vasos sanguíneos que les traen nutrición y oxígeno. Y si lo siguen recibiendo el problema no es serio.

Pasa a ser un enorme problema cuando la hernia se estrangula, es decir, se queda fuera siempre y no le llega riego sanguíneo porque las arterias que deberían aportar la sangre están apretadas y no pasa la sangre por ellas.

En cuanto una hernia inguinal se estrangula hay que ir corriendo al hospital, porque es una urgencia médica.

Una hernia estrangulada, además de doler mucho, puede poner en peligro la vida, así que no es ninguna tontería.

Seguro que se estará preguntando: «¿Y cómo puedo saber yo si tengo una hernia inguinal?«. Ahora se lo cuento…

¿Qué síntomas produce la hernia inguinal?

Los síntomas de la hernia inguinal son muy sencillos de detectar:

  • Si es una hernia que entra y sale podremos palparla cuando hacemos esfuerzos (cargas pesos, defecar), o simplemente tosiendo. Se palpa y se ve que aparece un bulto y desaparece inmediatamente.
  • Si es una hernia que ha salido pero no quiere entrar, empezaremos a notar un dolor en la zona que cada vez irá a más y que nos dolerá mucho si tocamos el bulto de la zona inguinal.

En este segundo caso es muy importante ir al médico para que nos diagnostique esa hernia inguinal…

¿Cómo se diagnostica una hernia inguinal?

El médico nos explorará adecuadamente. Aunque le parezca a usted chocante, la exploración se hace mejor estando usted de pie que tumbado, porque es más fácil detectar la hernia cuando el individuo está en bipedestación.

Su médico le palpará la zona y con los dedos aplicados sobre ella le pedirá que tosa. No se está riendo de usted, no tema. Es que necesita esta tos para ver si esa hernia, que sale y entra, sale en ese momento.

Si la hernia está incarcerada (ha salido y no quiere volver a entrar) o estrangulada (ha salido, no vuelve a entrar y lo que salió se está muriendo por falta de sangre), cuando le palpe el médico le va a doler.

En caso de hernia incarcerada igual como resultado de la palpación el médico puede volver a meter las asas intestinales dentro de la barriga. Pero no cante victoria, que no está usted curado. Lo que salió volverá a salir si no se le pone remedio.

Vamos a ver, para terminar, cuál es el tratamiento de la hernia inguinal…

¿Cuál es el tratamiento de la hernia inguinal?

El tratamiento curativo de la hernia inguinal siempre es la cirugía. Hay que operarla.

Volver a meter las vísceras herniadas en la cavidad abdominal no es suficiente, como ya sabemos, porque volverán a salirse. Hemos de hacer algo para que las asas intestinales se queden dentro, en su sitio, y no vuelvan a salir por el orificio inguinal.

  • Si la hernia es pequeña se podrá reparar simplemente cosiendo su salida: dando unos puntos de sutura para reforzar el orificio inguinal y evitar que por allí salga lo que no debe.
  • Si la hernia es grande, o la persona es obesa y tiene muchas papeletas de que las asas intestinales se vuelvan a herniar, habrá que colocar una malla por dentro de la barriga para que haga de tope.

Si la hernia es muy pequeña y no se ha incarcerado a veces podemos no hacer cirugía y probar con una actitud expectante. Eso sí, no use fajas ni bragueros, porque favorecen que su pared abdominal se debilite aún más.

Siempre ha de ser su médico el que le aconseje qué debe hacer en su caso concreto. Consulte con él, y seguro que juntos llegan a la solución del problema.

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