El Horno Microondas y sus Riesgos para la Salud

El Horno Microondas y sus Peligros

Para los que les guste más ver videos que leer texto en su ordenador o en su móvil, aquí tienen la información relativa al horno microondas y al cáncer. Échenle un vistazo. Merece la pena.

Si ya ha visto el video le recomiendo que siga leyendo. Seguro que lo que ha visto le queda más claro y que encuentra alguna información más que no está en el video.

¡Vamos a ello!

Contexto

Para los que son más de leer que de ver, vamos a dar respuesta en la Medicinapedia® a una de las ideas que periódicamente circula por Internet, por sus correos electrónicos o incluso últimamente puede haberle atacado desde alguna de las múltiples aplicaciones de mensajería que tiene en su móvil (Whatsapp, Telegram, LINE, Viber, WeChat…).

La idea es: “¡No cocine con el horno microondas, porque si lo hace tendrá cáncer!

Ya ve. Estamos en lo de siempre: objeto de uso cotidiano + Cáncer = Terror informativo.

En la Medicinapedia® nos dedicamos a hablar en serio, con argumentos soportados por la literatura científica, de aquello que puede ponernos en riesgo de padecer un cáncer, y de aclarar afirmaciones sensacionalistas como esta.

Así que… ¡aclarémosla!

¿Cómo es un horno microondas por dentro?

De forma muy esquemática, las partes importantes del horno microondas son:

  • el magnetrón, que es el encargado de generar la radiación que calentará el alimento,
  • y la estructura del propio horno, con su zona para colocar el alimento y los elementos aislantes para proteger el exterior del horno de esas microondas.

Lo fundamental es el magnetrón.

Es una maquinaria que por un lado recibe corriente eléctrica y la transforma en un flujo de radiación electromagnética de 2,45 GHz que emite por otro lado.

Por lo tanto primera idea clave: no es una fuente radiactiva que emita radiación en todo momento. Sólo funciona cuando está conectada a la red. Si lo desenchufamos es tan inocuo como uno de los peluches de nuestros hijos.

Las radiaciones que emite este magnetrón y que son las encargadas, con su energía, de calentar los alimentos (igual que el horno tradicional emite energía en forma de calor procedente de una resistencia que está al rojo vivo) son radiaciones NO IONIZANTES. Lo pongo en mayúsculas porque este dato es clave. Hablaré de ellas un poco más adelante.

Hay más elementos que acompañan al magnetrón a la hora de conformar un horno microondas.

Ha de tener un sistema de conducción y difusión de las radiaciones electromagnéticas para dirigirlas hacia el alimento. Lo tiene.

Y ha de tener también un sistema de protección para que nadie meta la cabeza dentro y ponga en marcha el horno (hay gente para todo). También lo tiene.

El magnetrón del horno microondas ya sabemos que no funciona si no enchufamos el horno. Pero lo que mucha gente no sabe es que deja de funcionar en el mismo momento en el que abrimos la puerta. Todos los hornos microondas tienen el mecanismo de que en cuanto abrimos la puerta se corta el suministro de corriente al magnetrón. Y sin corriente eléctrica éste deja de producir radiaciones electromagnéticas.

Así que si tiene curiosidad por meter la cabeza dentro del microondas (una idiotez como otra cualquiera, pero repito, hay gente para todo) puede hacerlo sin peligro.

Un dato práctico. Cada año los microondas se fabrican mejor, con mayores estándares de seguridad. Se lo digo porque es clave el grado de aislamiento de cada horno, para que no deje escapar las ondas electromagnéticas mientras está funcionando.

No se me estrese. Aunque se escapen unas pocas ondas del microondas no le va a pasar nada. Por precaución, no se pase todo el tiempo que está funcionando el horno mirando cómo da vueltas el alimento (es un horno, no es la televisión), y no tendrá ningún problema.

Y periódicamente (cada 8-10 años, no hace falta que lo haga cada año) cambie el microondas para que no se quede obsoleto. Son electrodomésticos baratos, y la inversión de un microondas cada década es perfectamente sostenible desde un punto de vista económico.

Ya ve que el horno microondas es un electrodoméstico muy sencillo y seguro. Pero se estará preguntando: “¿Cómo hace entonces para calentar los alimentos?”.

Ahora mismo se lo cuento.

¿Cómo calienta los alimentos el horno microondas?

El horno tradicional emite calor desde una resistencia al rojo vivo que está en el techo (y también en el suelo) del horno. Este calor se “contagia” al alimento y hace que se caliente. Cuando abrimos la puerta del horno tradicional sale una oleada de calor que nos puede producir una quemadura (no se le ocurra poner la cara delante del horno nada más abrir la puerta).

Pero seguro que se ha dado cuenta de que cuando abre el horno microondas no sale nada de calor, más allá del que produce el alimento que hemos calentado. Entonces, ¿cómo puede salir el alimento caliente si el horno no está caliente?

No es magia. Es ciencia básica. Se lo cuento.

Las radiaciones electromagnéticas de 2,45 GHz que emite el magnetrón son dirigidas hacia la zona donde colocamos el alimento e impactan contra él. Primero contra la superficie, y luego van profundizando.

A sus partes más pequeñas, a las moléculas de agua que componen este alimento las radiaciones las ponen a moverse. Es como si las empujasen. Las ponen en movimiento.

Imagínese que usted está sentado en un sillón. Está parado. Su temperatura es normal y no se modifica. Pero imagine que usted se empieza a mover. Empieza a bailar frenéticamente. Su temperatura aumentará y empezara a emitir calor en forma de sudor y de aire espirado más caliente.

Pues las moléculas de agua hacen lo mismo. Las están dando una somanta de bofetadas en forma de radiación electromagnética y por eso generan calor. Así se calienta el alimento, con el movimiento interno que inducen las radiaciones electromagnéticas a las moléculas de agua que forman sus células.

Por eso también cuando sacamos el alimento del microondas éste sigue calentándose por dentro. Las bofetadas de las ondas electromagnéticas han cesado, de acuerdo. Pero el agua interior sigue moviéndose, y sigue generando calor en la profundidad del alimento.

Esto es importante por ejemplo cuando cocinamos pescado blanco en el microondas: si lo dejamos reposar, el calor llegará a todo el espesor del pescado y será más probable que matemos el parásito anisakis, si es que el trozo de pescado lo tenía dentro.

Ya ve que el funcionamiento es muy fácil. Y todo depende de las radiaciones electromagnéticas que produce el magnetrón.

¿Son peligrosas estas radiaciones?

¡Vamos a verlo!

¿Es peligrosa la radiación producida en un horno microondas?

Las radiaciones electromagnéticas que produce el magnetrón de un horno microondas con una frecuencia de 2,45 GHz son radiaciones NO IONIZANTES (ya se lo he comentado más arriba, y también allí se lo puse en mayúsculas).

Como puede deducir, por el propio nombre, las radiaciones no ionizantes son distintas a las radiaciones ionizantes.

¿Y por qué es esto importante?

Las radiaciones ionizantes son las que, al chocar con nuestras células, pueden alterar su ADN, provocando una mutación en él. Esa mutación, si sobrepasa a nuestras defensas y conduce a la replicación sin freno de la célula, puede ser el desencadenante de un cáncer.

¿Tienen el mismo efecto las radiaciones NO IONIZANTES?

¡Pues no! Las radiaciones no ionizantes no tienen fuerza suficiente para alterar directamente nuestro ADN. Por eso son mucho menos peligrosas que las ionizantes (ionizantes son, por ejemplo, las radiaciones de las pruebas diagnósticas en medicina, las de los tratamientos de radioterapia, y las de los rayos UVA procedentes del sol).

Así que ya nos vamos dando cuenta de lo poco fundamentada que es la afirmación difundida por Internet de que el horno microondas produce cáncer. Pero vamos a tratarla directamente, para acabar con esto.

¿Produce cáncer usar el horno microondas para cocinar?

La respuesta es muy sencilla: NO.

Esta parte ya podría terminar sólo con esa palabra, pero se lo voy a argumentar un poco más.

La teoría dice que las radiaciones no ionizantes procedentes del horno microondas al ser eso, no ionizantes, no producen cáncer. Pues es cierto.

No hay ningún estudio serio que vincule el uso de hornos microondas para cocinar o para calentar los alimentos y la aparición de un cáncer en humanos.

Así que no se vuelva loco. Puede usar el horno microondas sin ningún peligro.

¿Ningún peligro? ¿Ninguno?

Pues no. Sí que tiene peligros usar el horno microondas.

Ahora se los cuento…

¿Tiene algún peligro para la salud usar el horno microondas?

Ya le he dicho que , así que no es una pregunta retórica.

Pero seguro que usted piensa en cosas raras. Tiene “radiaciones”, así que algo muy malo ha de producirnos y el Doctor Daniel González nos lo va a contar ahora.

Pues sí se lo voy a contar ahora. Pero no es una cosa rara. Es muy obvio.

El horno microondas… ¡no deja de ser un horno! Aunque no salga calor de él como del horno tradicional, los alimentos (y los recipientes que los contienen) salen muy calientes. Y con ellos, al cogerlos sin un trapo o sin las precauciones necesarias, ¡nos podemos quemar las manos!

La lesión más frecuente que se trata en los servicios de Urgencias de los hospitales son las quemaduras en los dedos o en las manos al coger de dentro del microondas el alimento caliente.

Así que tenga mucho cuidado. El hecho de que no salga calor y humo del horno no quiere decir que pueda ir usted a coger el plato o la fuente con las manos desnudas. No lo haga, porque si lo hace se quemará.

Resumiendo:

Para resumir lo que hemos visto acerca de si el horno microondas produce cáncer:

  • Cocinar y calentar los alimentos en el horno microondas NO produce cáncer.
  • Los hornos microondas son electrodomésticos seguros. No nos van a irradiar si pasamos a su lado.
  • Como calientan los alimentos y los recipientes que los contienen hemos de tener cuidado al cogerlos. Usemos un trapo o algo que nos proteja las manos y evite que nos quememos.
  • Cada 8-10 años cambie de microondas. Por precaución, para beneficiarse de la mejora en la fabricación de estos electrodomésticos.

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