¿Sabe usted por qué duele tanto la picadura del pez escorpión o pez araña?
¿Sabe qué hacer si le pica a usted?
¿Sabe cómo averiguar de forma sencilla si en la playa en la que va usted a pasar el día hay peligro de pisar un pez escorpión o pez araña?
Vamos a salir de dudas. Aquí tiene toda la información que necesita acerca de la picadura del pez escorpión (o pez araña)…
¿Quién es el pez escorpión o pez araña?
El pisotón a un pez escorpión o pez araña, al igual que tocar una medusa, puede amargarle la jornada de playa. Aquellas personas que lo hayan experimentado en sus carnes lo saben bien.
El pez escorpión o pez araña (que tiene su nombre latín de Trachinus draco) es un pececillo alargado que puede llegar a medir 30 cm. Lo tenemos en los litorales del Mar Mediterráneo y del Océano Atlántico.
Suele estar enterrado o semienterrado, mimetizado con el color del suelo arenoso, para comerse lo que pase cerca de él. Obviamente, con su tamaño, no come pies humanos. Así que cuando nos pica no está intentando alimentarse.
Si no es para comer, ¿entonces para qué nos pica? Siga leyendo…
¿Cómo nos pica el pez escorpión o pez araña?
Si le dejamos en paz, nos dejará en paz. No tiene ganas de guerra. No somos su tipo. Pero nosotros no pensamos igual. Porque somos nosotros los que lo pisamos a él.
Y claro, cuando se ve pisoteado reacciona defendiéndose. Utiliza su aleta dorsal, llena de espinas venenosas.
Porque las espinas del pez escorpión no son simplemente agujas afiladas. En su base tiene cada una de ellas una glándula que produce una sustancia química neurotóxica.
Si el pez escorpión solamente nos pinchase no pasaría nada. Pero al meternos esta neurotoxina en el pie los efectos se multiplican, pudiendo amargarnos el día de playa.
Déjeme que se lo cuente…
¿Qué efectos produce el pinchazo del pez escorpión?
El pinchazo, como todos los pinchazos en la piel, es doloroso en sí mismo. Pero la característica de la neurotoxina que nos ha metido lo acentúa. ¿Por qué?
Por dos motivos:
1.- Efecto de la neurotoxina en los nervios del pie
La neurotoxina se llama «neuro» porque afecta a los nervios del pie. Concretamente, a las terminaciones nerviosas libres que son responsables de captar la información de dolor en la piel.
Esta neurotoxina del pez escorpión estimula a esos nervios, a esos cables que desencadenan la información de dolor, con lo que directamente el pie nos va a doler más que si nos hubiésemos dado un simple pinchazo con una aguja.
2.- Efecto de la neurotoxina en las arterias del pie
Además de la estimulación de los nervios del dolor, la neurotoxina del veneno del pez escorpión también afecta a las arterias que pasan por la planta del pie.
Porque esa toxina es vasoconstrictora, es decir, cierra las arterias del pie, con lo que le llega menos riesgo sanguíneo. Este fenómeno vascular tendrá dos consecuencias:
- La primera es que cuando a una parte del cuerpo le llega menos riesgo, esta parte empieza a doler. Por eso el pinchazo seguirá doliendo unas cuantas horas si no ponemos ningún remedio.
- La segunda es que el hecho de que haya un menor flujo de sangre a la zona también perpetúa el efecto local de la toxina, porque no deja que esta toxina se vaya por la sangre a ser inactivada en el hígado.
Por eso el dolor del pinchazo del pez escorpión (o pez araña) durará unas horas, entre 6 y 12. De ahí que se diga a nivel popular que la picadura «dolerá hasta que cambie la marea«.
Pero veamos qué podemos hacer para minimizar el dolor que nos produce haberle pateado el lomo al pez escorpión o pez araña. Vamos a lo práctico…
¿Qué tenemos que hacer cuando hemos sentido el pinchazo?
Lo primero, yugular nuestra lengua, porque estaremos maldiciendo en alto y llenando la playa de palabras malsonantes. No son la solución. Ya nos ha picado. Y el pez escorpión no entiende nuestro idioma y por tanto no le afectan nuestros insultos.
Seamos más constructivos.
Lo primero que hemos de tener claro es que se ha roto nuestra piel, que es la barrera de defensa frente a los agentes externos (suciedad, microorganismos, infecciones). Por eso lo primero que tendremos que hacer es limpiar la zona.
La solución de siempre: desinfectar la zona y quitar todas las sustancias o elementos que se nos hayan podido meter o pegar en ella.
Una vez hecho esto ya prevenimos la infección. ¡Bien hecho!
Ahora hay que ver qué podemos hacer contra la toxina neurotóxica y vasoconstrictora que tenemos dentro del pie y que está empezando a darnos tormento en forma de dolor sordo y creciente.
¿Cómo desactivamos esta toxina?
Muchos estarán pensando:
«chupando el pie y absorbiéndola, para escupirla después».
¡Pues no!
Así se extrae muy poco veneno. Y lo que podemos conseguir es que nos duela la lengua por efecto de ese veneno en nuestra boca.
De chupar, nada.
La manera de inactivar la toxina es muy sencilla: calor. Es una sustancia química que, cuando se la calienta, se deshace y se desactiva.
¿Cómo calentamos la zona?
Pie en parrilla de calentar la comida playera o mecheros, abstenerse. Hay un recurso mucho más fácil.
Hay que meter el pie en un cubo con agua caliente. El agua ha de estar todo lo caliente que aguantemos. 40 o 45 grados centígrados es suficiente.
Sencillo, ¿no le parece?
Seguro que se estará preguntando:
«¿cuánto tiempo he de tener el pie metido en agua caliente?»
Pues entre 90 y 120 minutos. Como todo ese tiempo el agua no se mantendrá caliente, habrá de ir cambiando ese agua por otra que esté caliente.
Así de sencillo. Agua caliente.
Pero estará usted pensando:
«¡que pececillo más molesto! ¿No hay alguna manera de sospechar su presencia?»
Pues efectivamente, la hay. Ahora se la cuento…
Un consejo práctico que le puede evitar muchos disgustos
No podemos ir paseando por la orilla con un detector de escorpiones. No se venden en las tiendas.
Y tampoco podemos confiar en esa tontería de que al ir pateando la arena con fuerza el pez escorpión va a sentir el estruendo y se va a marchar antes de que lo pisemos. Descarte lo de ir paseando por la playa como un pateador de uva en una bodega o como un luchador de sumo antes del combate.
El truco es muy sencillo: sea usted un poco observador.
Siempre que llegue a una playa ha de localizar dónde está la caseta o la estructura de los socorristas. Primero, y más importante, por si le sucede algo.
Y segundo, respecto a lo que nos atañe, para fijarse si hay personas sentadas allí, con un pie metido en un cubo.
Si ve un reguero de gente con los pies en cubos de agua ya sabe que en esa playa hay ejemplares de pez escorpión agazapados en la arena de la orilla. Así que ya está sobre aviso.
¿Qué ha de hacer? No deje de pasear por la orilla, si es lo que le gusta o si es lo que mejor le va a esas varices que tanta guerra le dan. Pero hágalo con un elemento imprescindible en playas con escorpiones: las alpargatas de goma.
Se pone sus alpargatas de goma y se dedica a pasear con ellas. Si pisa algún pez escorpión no se va a enterar, porque las espinas se clavarán en su alpargata. ¿No le parece sencillo?
Pues ya sabe: verano… playa… paseos por la orilla… y ¡evitar la picadura del pez escorpión!
Y si ya le ha picado ya tiene la solución bien sencilla: el agua caliente.
¡Disfrute de la playa! Con salud.
Super! A mi cuñada le ha pasado.hpy mismo en Santander y los socorristas le han puesto un cubo de agua ardiendo..
Pues han hecho muy bien, como ha visto en la página.
Me alegro de que le haya gustado el contenido, Dave.
Le ha pasado hoy a mi nena de 4 añitos y la pobre se ha pegado un buen rato llorando , el agua caliente le ha ido bastante bien.
Me alegro de que se le hayan aliviado las molestias a su hija.
Para un niño la picadura de un escorpión es un auténtico trauma, por el susto que se llevan.
la informacion es muy escueta,sintetica y util.
Me alegro de que le haya gustado, Begoña.
A mi me ha picado hace una semana y después de haber aplicado calor en el puesto del socorrista todavía me duele y creo que se me esta infectando por el color rojo del pie y el calor que noto
Si ya ha pasado una semana sería aconsejable que su médico le explorase la zona, para descartar la infección debida a la picadura. Seguro que le pone una solución eficaz.
Hoy me tocó conocer el dolor que causa ese bicho en las aguas frías del Cantábrico. No tenía ningún conocimiento sobre ese pes y como había mucha gente en el agua no pensé que habría peligro. Ya no estaban los socorristas, pero me hubiese ahorrado algunas horas de mucho dolor en urgencias saber del tratamiento tan sencillo y que el veneno tampoco es letal.
Pez*
Una pena no haber tenido esta información antes de pisar el pez escorpión, Gabrielly.