La premenopausia como su nombre indica debe acontecer antes (“pre”) de la menopausia. Es de cajón.
Pero ¿sabe usted qué es? ¿Sabe usted a qué se debe? ¿Sabe usted qué nota la mujer que está pasando por esta etapa? ¿Sabe usted cómo minimizar las molestias de los síntomas que le aparezcan?
Antes de entrar en materia, vea este vídeo de mi intervención hablando de la premenopausia en un programa de televisión:
De todo esto y de mucho más hablaremos en esta página de la Medicinapedia, así que abróchese los cinturones, que ¡comenzamos!…
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¿Qué es la premenopausia?
Sabemos que la premenopausia acontece antes que la menopausia. Pero hay que precisar más.
La premenopausia es la etapa de la vida de la mujer en la que sus ovarios empiezan a fallar, camino de la menopausia que aparece cuando sus ovarios dejan de funcionar ya definitivamente.
Esto no ocurre de la noche al día: un día la mujer tiene sus ovarios funcionando al 100% y al día siguiente, como el interruptor de la luz, se apagan y dejan de funcionar completamente. Es todo mucho más gradual.
La premenopausia puede aparecer entre 2 y 7 años antes de que se cumplan los 12 meses consecutivos sin menstruaciones que marcan la aparición de la menopausia.
Y en estos años ¿qué está pasando dentro del cuerpo de la mujer? ¡Vamos a descubrirlo!…
¿Qué pasa en el interior de la mujer en la premenopausia?
Antes de empezar con los cambios de la premenopausia los ovarios de la mujer trabajan a pleno rendimiento. Felices ellos, estimulados por las hormonas hipofisarias, se encargan de producir estrógenos y progesterona que son las hormonas femeninas.
Y cada mes, como un reloj suizo (o no tanto, depende de cada mujer) expulsan un óvulo hacia el útero, a ver si hay suerte y se encuentra con un espermatozoide y forman una pareja que devendrá en bebé en aproximadamente 9 meses.
Hasta ahí el funcionamiento normal de los ovarios en la etapa fértil de la mujer.
Pero ya sabemos que entre 2 y 7 años antes de que la mujer vaya a tener la menopausia sus ovarios empiezan a perder fuelle. Ya no pueden con el trabajo diario. Se les está acabando la gasolina.
El hipotálamo y la hipófisis, que son los controladores de que, entre otros, funcionen bien los ovarios, empiezan a notar este desfallecimiento y piensan: “¿Será que no estimulamos a esos ovarios suficientemente?”.
Por si acaso es este el motivo de la pérdida de función ovárica, la hipófisis empieza a empujar más. Empieza a producir más FSH y LH, que son las hormonas que le dicen al ovario: “¡Trabaja más!”.
Pero los ovarios no pueden. La hipófisis sigue empujando con sus FSH y LH, pero como si nada. Cada vez producen menos hormonas femeninas esos ovarios en vías de agotamiento.
A veces les da un pequeño frenesí de actividad y generan los estrógenos y progesterona que siempre habían producido. Pero son flor de un día. Vuelven a bajar la producción hasta que esta se agota.
Cuando los ovarios se han agotado definitivamente, medido como 12 meses seguidos sin menstruación, la mujer entra en la menopausia y el climaterio.
Todos estos cambios que tienen lugar dentro de su cuerpo ¿se producen sin que la mujer sea consciente de ellos, o se manifiestan al exterior de alguna manera? De esto vamos a hablar ahora mismo. Siga conmigo…
¿Qué síntomas aparecen en la premenopausia?
Los cambios en la función de los ovarios son de todo menos silenciosos. La premenopausia se nota, y mucho, en la vida diaria de la mujer que la está transitando.
Cierto es que algunas mujeres lo notan mucho y otras casi no se dan cuenta. Cada mujer es un mundo. Pero las que se dan cuenta lo pasan bastante mal.
Como llevan décadas con sus niveles oscilantes de estrógenos y de progesterona las mujeres ya se han acostumbrado a ellos. Es como un par de zapatos duros que, a la fuerza de caminar con ellos, se hacen a la horma de nuestro pie y ya no los notamos.
Hasta que cambiamos de zapatos y empieza otra vez el infierno para nuestros pies.
Con la premenopausia es lo mismo: el cambio hormonal se puede notar en todos estos síntomas:
- Sofocos (leves al principio, sin necesitar aún el abanico, que acabará viniendo).
- Cambios de humor (la mujer pasa de estar feliz a deprimida sin saber por qué).
- Dolores de cabeza.
- Dificultad para concentrarse (empiezan a llamarle “despistada” en casa).
- El sueño se altera, y ya no se duerme ni se descansa como antes, aunque se pasen las mismas horas en la cama.
- Empieza el aumento de peso, porque el gasto de energía en reposo ya empieza a disminuir.
- Las relaciones sexuales empiezan a dificultarse, porque disminuye la libido y aparece la sequedad vaginal que determinará la dispareunia (o dolor en las relaciones sexuales)
- Empiezan los cambios metabólicos que determinarán que la tensión arterial suba (sin ser aún hipertensión) y que la cifra de colesterol en sangre se eleve.
Un chollo, vaya. La pobre mujer en la premenopausia tiene bastante con esta constelación de síntomas para que en casa le digan que se los está inventando y “que se ponga las pilas”. ¡Para pilas está ella!
Pero sabemos que la premenopausia es una etapa en la vida de la mujer que tiene estos cambios y estos síntomas. ¿Hay alguna manera de medirlos objetivamente? ¿Se puede diagnosticar la premenopausia? Es lo que vamos a descubrir a continuación…
¿Cómo se diagnostica la premenopausia?
Los síntomas y la edad de la mujer deben hacer sospechar al médico que esos ovarios están empezando a necesitar unas vacaciones permanentes.
Los ciclos menstruales se alteran, siendo distintos de cómo habían sido en la vida fértil de la mujer. La que era regular como un reloj para a tener irregularidades en la duración de las menstruaciones y en su periodicidad. Incluso algún mes (o meses) esa menstruación puede no presentarse.
Esto ya es más objetivo que simplemente tener un sudor de vez en cuando o despistarse.
Pero el diagnóstico objetivo por antonomasia es el analítico. Se puede ver en sangre que los niveles de estrógenos y de progesterona disminuyen y que las gonadotropinas, la FSH y la LH que produce la hipófisis para empujar a los ovarios a trabajar, están aumentando.
Con este perfil hormonal, los síntomas y la edad de la mujer ya se puede saber que está transitando por el terreno de la premenopausia.
Ha de quedar claro que la premenopausia no es una enfermedad. Así que no hay que ponerle tratamiento.
Lo que sí se puede hacer es una serie de cosas que faciliten que los síntomas de esta etapa de la vida de la mujer, si se presentan, sean más llevaderos. Terminamos con esto…
¿Qué puede hacer usted para llevar mejor la premenopausia?
Lo mejor que puede hacer la mujer que empieza a ver que sus ciclos se alteran, una vez consultado con su ginecólogo, es tener una vida más normalizada.
La mejor medida que puede tomar la mujer premenopáusica es empezar a hacer ejercicio físico de forma regular. La actividad física evita el aumento de peso, disminuye los sofocos, mejora la concentración, hace que la mujer duerma mejor… ¡Todo son ventajas!
La otra medida que mejor rendimiento ofrece a la mujer que empieza a perder la función de sus ovarios es alimentarse bien. Hacer una dieta equilibrada, con muchas frutas y verduras, con mucho aceite de oliva y pescado azul (salmón, sardinas, etc.). Lo que siempre recomendamos los médicos.
Así la premenopausia será una etapa por la que la mujer transita sin sufrimiento. Como una parte más de su vida plena y fructífera, camino de otra etapa: la menopausia y el climaterio.