La tromboflebitis es un problema muy común, asociado a viajes largos y al sedentarismo de personas obesas. Pero va mucho más allá.
¿Quiere saber qué es, cuáles pueden ser sus causas, cuáles sus complicaciones, cómo detectarla, diagnosticarla y tratarla? Todo eso lo tiene aquí, en unos párrafos muy sencillos de leer.
¡A por ello!…
¿Qué es la tromboflebitis?
La tromboflebitis, como su nombre indica, es el proceso resultante de la formación de un trombo en una vena (generalmente situada en la pierna) y de la inflamación de esa vena, denominada flebitis, como resultado de la presencia de ese trombo.
Puede afectar a venas superficiales, que se ven o se palpan directamente debajo de la piel, o localizarse en venas profundas, las que van entre músculos y para palparlas hemos de aprovechar algunas zonas del cuerpo, como las articulaciones.
Lo que le comenté un poco más arriba de que el trombo se forma en una vena “generalmente situada en una pierna” es un hecho estadístico: 9 de cada 10 tromboflebitis se localizan en las piernas.
Estará suponiendo que esta desproporción brazos-piernas ha de tener alguna relación con las causas que pueden desencadenar una tromboflebitis. ¡Vamos a ver cuáles son esas causas!…
¿Cuáles son los factores de riesgo de la tromboflebitis?
El principal factor de riesgo para padecer una tromboflebitis es la obesidad. El peso excesivo no le viene nada bien a nuestras venas. Ni tampoco el sedentarismo que se asocia a la condición obesa.
El embarazo también es terreno abonado para la aparición de tromboflebitis. Por eso la embarazada ha de pasear mucho y no estar inactiva, salvo que se lo prescriba el médico.
Las mujeres que toman anticonceptivos hormonales orales (la píldora anticonceptiva) también tienen aumentado su riesgo de padecer una tromboflebitis, con lo que han de vigilarse de forma más estrecha.
Si usted tiene varices también tiene un mayor riesgo de tromboflebitis, debido precisamente a la alteración de las venas que supone cada una de esas varices.
Estar mucho tiempo parados en la misma posición es terreno abonado para la formación de una tromboflebitis. Es típica la situación de los vuelos de larga distancia o los largos viajes en tren o automóvil, en los que movemos muy poco las piernas.
Finalmente nos puede aparecer una tromboflebitis tras un golpe en una vena (es poco probable) y también en deportistas que mueven mucho las piernas, por exceso de uso. Aunque esto le pueda resultar paradójico, ya que es tan malo no moverse como moverse excesivamente.
Para entender realmente qué es una tromboflebitis hay que verla formarse. ¡Vamos a meternos dentro del cuerpo y ver qué pasa en él cuando nos aparece una tromboflebitis!…
¿Qué pasa en el cuerpo de la persona con tromboflebitis?
Si nos metemos dentro de una pierna que va a padecer una tromboflebitis, la película de acontecimientos se divide en dos, con una complicación desgraciadamente bastante frecuente:
- La formación de un trombo dentro de la vena.
- La inflamación de la pared de la vena, denominada flebitis.
- La posible complicación del tromboembolismo pulmonar.
Vamos a ver estas dos etapas y la posible complicación con un poco más de detalle…
1.- Trombosis
Normalmente la sangre dentro de las venas está en forma líquida. Es un suero en el que van nadando múltiples células, y que viaja de forma fluida por las venas y arterias del cuerpo llevando nutrición y oxígeno y portando también los desechos de las reacciones químicas corporales.
Mientras la sangre fluye normalmente por la vena no hay ningún problema. El problema aparece cuando la sangre se queda un poco parada, por alguna de las causas que hemos visto antes.
Porque la sangre cuando se para tiende a formar trombos. A las células que viajan en ella les gusta arremolinarse y formar grupos, lo que determinará la aparición del trombo: un trozo de sangre coagulada de mayor o menor tamaño.
El trombo es la primera fase del problema de la tromboflebitis. Pero no se queda ahí el proceso…
2.- Flebitis
Cuando dentro de la vena la sangre está de forma líquida, su estado normal, las paredes no sufren. La sangre más periférica “resbala” por ellas, y todo fluye con normalidad.
Pero cuando se forma un grumo, un coágulo, un trombo de sangre, éste trombo empezará a chocar contra las paredes de la vena, con lo cual la inflamará.
Esa pared de la vena, cuando se inflama, genera la flebitis, el segundo componente de la tromboflebitis. Y como inflamación que es, le acompañarán los signos típicos de este proceso:
- enrojecimiento
- aumento de la temperatura
- aumento de volumen
Eso ocurrirá en todo el trayecto de la vena en donde el trombo esté chocando contra sus paredes. Este trayecto empieza siendo corto y concreto, pero si no hacemos nada lo normal es que progrese y la extensión de la tromboflebitis aumente.
Y no sólo aumenta. El auténtico problema es que el trombo (o alguno de los trombos, si hubiera varios) que ha desencadenado la tromboflebitis se libere de la zona donde se ha formado y siga su camino por la vena…
3.- Complicación: el tromboembolismo pulmonar
Cuando un trombo se libera de la zona donde se ha formado y donde al chocar con las paredes de la vena está formado la flebitis, al empezar a viajar se convierte en un trombo migratorio, que irá subiendo por las venas cada vez más amplias hasta el corazón.
En el corazón atravesará dos de sus válvulas, la mitral y la pulmonar, para transitando por la aurícula y el ventrículo derechos salir por la arteria pulmonar y encaminarse hacia los pulmones.
Aquí puede suponer un problema serio, porque desde que sale por la arteria pulmonar, el diámetro del vaso va disminuyendo, al ir dividiéndose paulatinamente en más y más vasos cada vez más pequeños que irán a todo el volumen pulmonar a oxigenarse.
Como en un embudo, el trombo viajará hasta que llega a un sitio por donde no pasa porque no cabe. En ese momento se convierte en un émbolo que atasca una arteria del pulmón. Ya tenemos un problema adicional: el tromboembolismo pulmonar, del que hablaremos en otra página de la medicinapedia, pero que puede poner en peligro nuestra vida.
Así que la tromboflebitis es una situación que puede llegar a ser muy seria. Por eso merece la pena saber los síntomas y los signos que tenemos que tener muy presentes para detectarlos cuanto antes. Se los cuento…
¿Cuáles son los síntomas de la tromboflebitis?
Ya hemos mencionado la aparición de la inflamación con sus signos característicos. Pues como en la tromboflebitis tenemos una vena inflamada y uno o varios trombos dentro de ella, los síntomas serán:
- Enrojecimiento del trayecto de la vena
- Calor en la zona en la que vemos la piel más roja.
- La zona es muy sensible a que la palpemos, y duele cuando lo hacemos.
- Al palpar la vena la notamos endurecida, ya que sus paredes están engrosadas como resultado de la inflamación. E incluso podemos palpar el trombo o los trombos que pudiera haber.
Estos son signos muy llamativos que nos dan una pista bastante buena de que estamos padeciendo una tromboflebitis. Pero hemos de acudir al médico para que nos haga un diagnóstico más preciso…
¿Cómo se diagnostica una tromboflebitis?
Nuestro médico lo primero que hará será explorarnos la zona que le referimos como dolorosa. Él valorará mucho mejor si nuestros síntomas responden a una tromboflebitis.
Sobre todo es necesario su concurso en las tromboflebitis de las venas profundas de las piernas, ya que en estas zonas los signos inflamatorios son menos visibles.
Además de la exploración, el médico tiene a su disposición la mejor prueba de imagen: la ecografía que combinada con el Doppler mostrará la vena inflamada, la presencia o no del trombo y cómo va fluyendo la sangre dentro de la vena.
Viendo la vena inflamada y el trombo o trombos dentro de ella toca poner tratamiento para resolver el cuadro. ¿Cómo se trata? Se lo digo y con eso terminamos…
¿Cuál es el tratamiento de la tromboflebitis?
Para tratar la tromboflebitis hemos de asegurarnos que rebajamos la inflamación y que no permitimos que siga progresando.
El médico nos recomendará:
- Que pongamos la pierna con la tromboflebitis elevada, para evitar que se nos hinche y se agrave el cuadro
- Que usemos medias de compresión gradual, o vendajes compresivos que al comprimir la pierna (no mucho, sin pasarse) evita que se hinche y que también ayude a que se agrave la tromboflebitis.
- Probablemente nos prescribirá antiinflamatorios, para disminuir la inflamación y que la vena vuelva a la normalidad.
- Y según la gravedad del cuadro y el riesgo de que tengamos un tromboembolismo pulmonar, igual nos pauta anticoagulantes (esos que se pinchan en la barriga todos los días)
De todos modos, como siempre en medicina: más vale prevenir que lamentar. Evite los factores de riesgo que hemos comentado más arriba, y se librará del susto de sufrir una tromboflebitis y de tener la preocupación de que se le convierta en un tromboembolismo pulmonar.
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